Por Rebecca Lujan
La diferencia existente entre el salario medio de los hombres y las mujeres es un tema que con el paso de los años ha cambiado para lograr lo que la Organización Internacional del Trabajo reconoce como el derecho fundamental a la igualdad de remuneración por género. Desde que somos niños crecemos creyendo que el cuidado en el hogar debe ser tarea de la mujer y no del hombre. Es por esta razón que al momento de trabajar no consideramos mucho el hecho que las mujeres ganen menos que los hombres. Pero esta situación no es algo reciente e incluso peor era hace 69 años atrás.
En Estados Unidos, en la época de los 50’s no había muchas mujeres que trabajaran y, las que había, no tenían la educación de los hombres. La únicas que se veían en puestos profesionales eran maestras y el otro 70% tenía empleos no calificados en fábricas y oficinas, comenta la ex primera dama Hillary Clinton.
En esta misma época, la gente llegó a aceptar que las mujeres ganen algo de dinero, pero no en pensar en una carrera. Como la discriminación era legal, los jefes o gerentes de las empresas podían rechazar a una mujer que quisiera trabajar. Con una brecha salarial que rondaba los 60 centavos por dólar, era perfectamente legal pagarles una menor cantidad. Sin embargo, el pasar del tiempo significó para las mujeres una oportunidad para salir a cambiar las cosas.
Un cambio radical
Muchos de los factores que causaba la brecha se redujeron, pero uno se mantuvo a flote. El que las mujeres deban criar a sus hijos ha sido un tema que nos enseñaron desde pequeños a creer que es lo correcto, datos estadísticos realizados en EE.UU y Reino Unido muestran que solo parte de la población cree que las mujeres con niños deberían trabajar a tiempo completo. Por otro lado, el 70% de los estadounidenses cree que los padres deben trabajar a tiempo completo.
“Hay un porcentaje alto en el mundo que piensa que al ser mamá no deberían trabajar y eso se ha probado incorrecto, corto de vista, una y otra vez”, afirma Clinton.
Sin embargo, existe un proceso cuando una joven pareja con los mismos estudios y experiencia piensa y llega a tener hijos, cambian las cosas. Como cuenta la abogada Anne Marie Slauther, al principio siempre debe estar alguien en casa, y esta será la madre, a ello se le sumarán todo lo implicado a cuidar y criar a un hijo dejando de lado su desempeño laboral, mientras que su pareja pueda llegar a haberse convertido en socio o haber recibido un ascenso. Ella no ganará lo mismo, trabajará medio tiempo o con horas flexibles generando así un potencial de ganancia diferente al de él.
“Una brecha salarial basada en elecciones es diferente que una brecha salarial por ser mujer y no poder tener el mismo pago por hacer lo mismo que un hombre”, comenta la periodista Greta Van Sustenter.
Año tras año, un nuevo cambio cultural viene a ser aclamada, cada vez más las mujeres tratan de cambiar la expectativa de que deben ser las que crían a los niños. Expertos comentan que para iniciar este cambio debe estar el compromiso de los hombres de ser quienes también cuiden y haga suya esta tarea.
“Las mujeres tienen derecho a ser madres sin ser sancionadas en el trabajo”. – Hillary Clinton.
El documental “En pocas palabras” de Netflix cuenta con un episodio dedicado al “Por qué las mujeres ganan menos”.
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