El local limeño ha pasado de ser el 68º mejor bar del mundo a ser el 13º en un poco más de un año.
Fuente: El Comercio
Por: Rebecca Lujan
Todo gran éxito tiene una historia detrás y la de el bartender peruano Aaron Díaz es una que hay que celebrar. En sus días como embajador de Chartreuse en la Casa Moreyra (Astrid y Gastón), el restaurante del chef Gastón Acurio, Aaron Díaz soñaba con la idea de tener su propio bar. Durante años, mientras viajaba por el mundo, compraba materiales y herramientas que no existían en Perú, libros en varios idiomas, vajillas y productos con el objetivo de cumplir su gran sueño. Un tiempo después, a fines del 2017, abrió Carnaval y ha dejado impresionados a más de una persona, incluidos a los jueces de los World’s 50 Best Bars.
“Queremos conquistar el mundo desde San Isidro, no solo en una lista, sino en la experiencia de cada persona que entra a nuestro local”, afirma Aarón Díaz, mixólogo y propietario de Carnaval.
Al poner un pie en este bar uno ya se vuelve partícipe de la historia de los cocteles que se hacen aquí. De los más conocidos son Furia del dragón, Carnaval y Alma. Cada bebida que llega a la mesa son una obra de arte, o como diría el propio Aaron “Es como tomarse un cóctel en el Circo del Sol”.
El equipo
15 personas forman Carnaval, 5 de ellos tienen un rol específico y especializado: Carlos Mondragón, el Head Bartender, es el experto en historia y coctelería clásica; Juan José se centra en el pisco y otras bebidas nacionales, para elevar el producto local e incluso desarrollar sus propios destilados; Manuel Caycho es el barista del equipo y además se encarga de las vajillas especiales; Alonso Palomino se centra en el I+D, la creatividad y la formación del equipo; Melisa Barrera, que proviene de Barmini, es la barcook y se focaliza en la aplicación de técnicas gastronómicas y Raúl Arcayo ocupa un puesto que no existe en ningún otro local, ice chef.
La carta
La primera carta de Carnaval se llama Alquimia y cuenta con 25 cócteles de autor repartidos en cinco categorías –complejo, sour, semiseco, semidulce y refrescante. Para el indeciso que quiere probar de todo, pero no sabe que existe un “flight” de 7 tragos en versión reducida que se llama Gran Carnaval.
La creación de los cócteles sigue un proceso creativo que parte de un concepto y prosigue con una investigación a fondo del tema y los ingredientes. Dentro del concepto también entra la elección de la vajilla, que es uno de los puntos más fuertes para sorprender y atraer al público. Algunos tragos se sirven en recipientes diseñados por artistas, que hacen cada pieza ligeramente diferente para que, aunque toda una mesa pida el mismo cóctel, haya variedad. Otros vasos vienen de diferentes puntos del planeta, regalo de los viajes de Aaron. Hay serpientes que salen de cestas de mimbre entre humo, corazones que sangran, vasos que te muestran la Noche estrellada de Van Gogh tras romper una cúpula de hielo de absenta, peces globo que te pinchan. En un Carnaval, se puede encontrar de todo.
“Siempre tuve tres cosas claras sobre cómo sería Carnaval: la primera, soñaba que sea en una esquina; la segunda, que tenga una puerta giratoria; y la tercera, que haya un cuarto de hielo”. comenta Aaron.
Hoy en día, Carnaval se encuentra en el puesto 13 de World’s 50 Best Bars.
INFORMACIÓN
Dirección: Av. Pardo y Aliaga 662, San Isidro.
Horario: de lunes a jueves de 12 m. a 1 a.m. Viernes hasta las 3 a.m. Sábados de 7 p.m. a 3 a.m.
Ticket promedio: S/.120, por tres cocteles o dos cocteles y un piqueo.
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